Pongámoslo de este modo, en todo el mundo para todas las personas, sabemos la importancia de tener una buena higiene personal. Todos sabemos que debemos bañarnos regularmente, lavarnos los dientes y las manos.
Además, no solo es mantenernos nosotros limpios, sino también los ambientes donde vivimos deben reflejar una buena higiene. Limpiamos nuestra habitación, sacamos la basura, ordenamos nuestro escritorio, etc.
Si tenemos tanto cuidado por nuestro cuerpo físico y el espacio físico donde habitamos, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestros cuerpos energéticos, nuestra mente y nuestro espíritu? Estos también merecen que periódicamente se les realice una limpia espiritual.