Hay quienes les encanta el peligro, en este caso las armas de fuego son uno de los fetiches curiosos de los hombres gay.
Colocarse en los roles del secuestrado y secuestrador puede llegar a ser muy excitante. Hay quienes consideran necesario crear una escenografía o cronograma para raptar y secuestrar a alguien.
De esto esta práctica la utilizan en varias ocasiones para afianzar y fortalecer la relación, así que si quieres practicarlo, procura usar un arma de juguete.