Primero, debes tomar un recipiente con agua y mezclarle tres manotadas de sal gruesa. Deberás revolverlo hasta que ambos materiales se mezclen completamente. Tomas las tijeras, las abrirás y sumergirás hasta el fondo del recipiente.
Posteriormente, colocarás el recipiente encima de la estampa del santo de devoción que hayas escogido. Encierra el recipiente con las tres velas blancas. Después deberás prender primero la primera vela que tiene frente tuyo, después la derecha y por último, la izquierda.
Reza una oración siete veces mientras las velas se consumen. Retira los restos de las velas y deja el recipiente en el mismo lugar durante 24 horas más. Al día siguiente deberás regar cada rincón de la casa con el agua del recipiente, como si la estuvieras bautizando. Con este ritual tu casa se limpiará de cualquier mal de envidia o hechicería.