En el culto a la naturaleza en África, la magia sigue siendo bastante común e importante. Se cree ampliamente que existe un poder oculto o un poder que no pertenece al mundo físico y que Dios tiene todo el control. Este poder es usado por espíritus y ancestros, la wicca en la brujería y se les debe mostrar respeto y honor continuamente. Algunas personas también pueden usarlo, ya sea para el bien (magia blanca) o para el mal (magia negra).
La magia negra o brujería maligna es para cualquiera que desee el mal. En África se cree que quien acude a un hechicero para encantar a alguien lo hace para provocar peleas, infertilidad, enfermedades e incluso la muerte. Si la persona encantada cree en estos poderes, el mago tiene la capacidad de provocarlos.
La magia blanca o brujería buena se utiliza para protegerse del mal. Quienes lo realizan elaboran pulseras o anillos mágicos para protegerse del mal, toman ciertas pociones o se aplican ungüentos. También solían llevar amuletos con pasajes de la Biblia o el Corán.