El ojo de Horus
El ojo de Horus es el símbolo solar y lunar el cual encarna en el conocido valle del Nilo. Este evocaba lo inalterado, un estado perfecto y de igual manera el renacer. Es un símbolo de firmeza cósmico de seguridad y de fortaleza. En el antiguo Egipto representaba poderes curativos.
Cabe aclarar que este amuleto era empleado para potenciar la vista, remediaba las enfermedades oculares y se utilizaba contra el mal de cualquier tipo. Si quieres informarte más de este amuleto y saber para que lo puedes emplear, visita botanicas Chicago donde podrás encontrar muchos más amuletos para la salud y buena suerte.
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¿Por qué se considera un amuleto?
Utilizado como amuleto hasta el día de hoy el poderoso ojo de Horus encontrado en el mito de Osiris, es una clase de talismán que protege a quien lo lleva. Librándolo de las enfermedades, de los peligros, del mal de ojo, entre otras. Utilizado hasta en las momias, para que no se desintegraran a su largo camino a la muerte, por tal razón era introducido dentro del vendado, al interior de sus blancas telas de lino.
El artefacto por primera vez se usó como un amuleto mágico cuando el Dios Halcón Horus, lo utilizo para devolverle la vida a su padre Osiris, el cual había sido asesinado por su hermano Seth. Después de esto se hizo muy popular en el antiguo Egipto convirtiéndose así en uno de los amuletos más poderosos.
Qué Simboliza el ojo de Orus
El ojo de Horus simboliza la salud, la elevación a lo mas grande, la indestructibilidad del cuerpo y la capacidad de nuevamente renacer. La referencia del amuleto aparece en los antiguos escritos médicos de Thot, el guardián del ojo de Horus. Los egipcios y los romanos creían arduamente que con el poder de una mirada, se podían lanzar hechizos malvados, por lo que para deshacer estos efectos utilizaban el ojo de Horus como amuleto protector.
Cabe mencionar que hoy en día sigue siendo utilizado, no solo para la salud, sino para la buena suerte y protección de las cosas materiales. Es considerado como un amuleto de fortuna, de prosperidad, cómo también de alejamiento de envidias y malos deseos de los demás.
