El mal de ojo provoca diferentes trastornos del sistema digestivo: el afectado podría perder las ganas de comer, presentar diarrea, vómitos continuos, o trastornos relacionados. Cambios de humor frecuentes: el aquejado por un mal de ojo podría experimentar cambios de humor sin ninguna causa aparente.
De un momento a otro podría pasar de estar feliz a tener un llanto descontrolado, sentirse melancólico y que su vida no tiene sentido de repente, etc. También podrías tener alteraciones del sueño, afectando el sistema neurológico, a la capacidad de relajación.
Si el poder del mal de ojo es muy elevado, podrían presentarse alergias y brotes en diferentes partes de la dermis. Por lo general, este mal afecta a las personas adultas diferente de los niños. Los efectos del mal de ojo sobre los adultos inciden más a nivel psicológico que físico.